Hoy he oído que la Iglesia católica holandesa se reconoce culpable de veinte mil actos de pederastia ejecutados por sus sacerdotes o de veinte mil sacerdotes pederastas y no se sabe cuántas actuaciones. Dicen que los van a indemnizar.
Sin querer entrar en detalles, me resulta curioso el número y me pregunto cómo lo han calculado: padre P.,mirada lasciva,melifuo, piel de batracio: muy activo; veintisiete, padre J., perfil bajo, carnoso y blando, mirada huidiza : cinco, padre S.,manos rosadas, caderas anchas, voz aterciopelada; desmadrado : setenta y dos...
Sin querer entrar en detalles, me pregunto cómo buscarán a las víctimas y si estas querrán ser encontradas.
Sin querer entrar en detalles me pregunto el por qué de esta afición desmedida por el sexo de los niños y si tendrá que ver algo con el celibato que practican o con aquello de "dejad que los niños se acerquen a mi". Lo dudo.
Tengo la impresión de que la sociedad entera es un poco pederasta, si no, ¿por qué las modelos con sus falditas cortas y sus andares inseguros? ¿por qué cada vez de menor edad? ¿por qué el lolismo manga que practican las japonesas y sus seguidoras? ¿por qué esas miradas enormes llenas de maquillaje y pestañas larguísimas tan propias de los bebés? ¿por qué el éxito de cantantes adolescentes rebozados de adulto hasta las trancas?
En un tiempo fue el culto a los ancianos -por sabios- luego a la juventud -por fuerte- ahora parece el culto a la infancia- por indefensa-, a una infancia extraña en que se mezclan símbolos sexuales con los de los cuerpecillos aún sin terminar y se potencian las contradicciones estéticas.¿Fueron los sacerdotes unos avanzados?
No creo que la Iglesia católica tenga la exclusiva, veo actitudes pederastas hasta en la ocultación de los genitales de los niños en los medios de comunicación. Hay perversión en la simple idea.
...sigo sin saber concretar la relación de catolicismo y pederastia y tengo la sensación de que corremos hacia el modelo sajón en que se sospecha de cualquier demostración de afecto, cualquier mirada, cualquier sonrisa a un niño mientras se potencian concursos de niñas-puta.
