Ayer, en la inauguración de la legislatura, el rey recibió dos minutos de aplausos. Dice que se emocionó y no es para menos.
Se aplaudió a un señor que mantenemos entre todos y que tiene un trabajo hereditario.
Se aplaudió a un señor manchado por vía política (yerno) de sucios asuntos financieros.
Se aplaudió a un señor que lo sabía hace tiempo y como única medida, empleó sus influencias de rey para conseguir un "trabajito" para su yerno en Washington y entonces no habló de "justicia igual " para todos.
Se aplaudió a un señor que permitió bodas estrafalarias en su familia cuando es sabido que para el cargo ha de tenerse una preparación y que no pueden elegir a los guapos de turno como si se tratase de muchachos televisivos en que musculitos y tetas darán un futuro seguro. No.
Se aplaudió a un señor que aceptó sin remilgos y publicamente ser regalado con un yate que le entregaron a cambio de nada los empresarios mallorquines(ya se sabe que esta actitud es muy propia de empresarios)
Se aplaudió enardecidamente manifestándole así la gran alegría y aceptación que producen sus actuaciones.
Yo no le aplaudo: cada trabajo tiene sus cargas y responsabilidades y él no ha sido capaz de controlar a su familia de privilegiados inconscientes.
Por cierto :¿cómo están las finanzas del rey pobre?
Los padres de la patria dan palmas contentos. El militar de la derecha y algún otro, miran.
1 comentario:
Pero nadie se acuerda de los muertos de sus guerras...
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