Hoy Gadafi y ETA han acabado sus días. Gadafi tiroteado o bombardeado mientras decía : ¡no disparéis ¡, ETA con el firme propósito de dejar las armas. Los dos se trataban y negociaban, luego mataban a voluntad" defendiendo" a sus pueblos. Mataban sin compasión poseídos de la verdad suprema.
Suprema es la diferencia del fin: uno, ensangrentado y deformado, otra, sonriendo y triunfal. Uno, viejo y desmaquillado, la otra, manteniendo esa estética de pendientillo en la oreja, mirada oblicua y temible,corte de pelo radical, mueca de superior tomadura de pelo y mucho poder.
No se que pasará con sus bienes, con sus armas, con sus zulus, con sus envenenados seguidores, con los odios que provocaron, con sus víctimas, con sus condenas ...
Me temo que nunca sabremos cuánto pagaremos a esos señores que nunca cotizaron y que ahora no tienen oficio de verdugos ni de otra cosa. Seguro que mucho.
Zapatero espera que nuestro país de parados se sienta agradecido y aparece en la televisión sin parar de hablar. Pocos le creen.
1 comentario:
Pocos le creen, muchos, le volvería a votar.
Todavía me pregunto cuantos cadáveres sería capaz de mover por hora Rubalcaba con sus propias manos, sonriendo ante la mirada de Felipe González.
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