Obama y la primera ministra danesa

Obama, su santa y la ministra rubia

Obama no parece muy triste en el funeral de Mandela.Su mujer está compungida, frunce levemente el ceño y mira las piernas de la rubia ministra.
Obama, con gesto amplio y poderoso -él es el hombre mas poderoso de la tierra-toca levemente a la jacarandosa señora que sostiene la foto del finado. Descanse en paz: el muerto al hoyo y el vivo al bollo.
La ropa es negra y solemne. Solo la ropa y Michelle.
En algún momento, como madre de niños peleones, se coloca en medio de la alegre pareja y todo vuelve a su orden. Todos aburridos y a lo suyo

El chico del tiempo de la 1

Ese muchacho "del tiempo" (Martín Barreiro) que sale con su trajecito-dos-tallas-menos a cuadros ,con las manguitas muy por encima de las muñecas, el pantalón reventón y la chaqueta de un solo botón; cuidadosamente decorada la barba, de facciones correctas y aplomo indiscutible, me distrae de todo meteoro.

Sale a escena sonriente, con su mapa detrás y seguro que él está tan atento como yo al momento de soltarse el botón.

Siempre, siempre se lo suelta y planteándome la cuestión, llego a la conclusión de que le es imposible señalar mas arriba de Madrid por el problema de la sisa .Como sus trajes no deben ser elásticos, no dan de sí y no puede levantar el brazo así que; entre variar de talla o soltarse el botón, ha optado por lo segundo.

Y así no hay quién se entere del tiempo...el dichoso botoncito¡

todavía con el botón atado