viernes, 23 de julio de 2010

El jardinero crudívoro

tiene un complicado nombre alemán que ha decidido ,con algún argumento que no conozco, cambiárselo por el de Fernando con el que no guarda ningún parecido.

Fernando y su Santa son crudívoros y presbiterianos y aunque alguna vez les sienta mal un pescado o marisco, no dudan en achacárselo al exceso de sal ya que desde que practican el crudivorismo les han desaparecido hasta las alergias.

A él le perseguía el Demonio en Alemania,así que decidió venirse a España y trabajar de jardinero.La persecución continua, pero él va ganando la batalla.

Como temo sus largas conversaciones, todavía no se por qué conoce los nombres latinos de las plantas ni cuál es su preparación específica.

Ahora le han hecho pastor de su congregación y la fijeza inquietante de su mirada se ha acentuado. Creo que él y su mujer ven en mi candidata a su escuela así que me invitan a celebraciones de su iglesia que yo declino cortesmente.

Flaco y ágil se pasea por mi jardín reclamando mi atención a cada paso y yo hago quiebros y retiradas estratégicas que no terminan de triunfar. Hoy le he preguntado cómo eliminar un nido de avispas que se ha instalado bajo una teja e impide que se pueda blanquear ésa zona; me ha dicho que son insectos muy buenos y que a él no le pican mas que cuatro o cinco cada vez que interviene en su mundo, así que está dispuesto a pintar él mismo para no incomodar a los animales.

Me inquieta que mis avispas no sepan contar y decidan picarle todas.

Como quiero que la casa esté bien blanca me tienta decirle que sí pero no me decido por aquello de que aún le acecha Lucifer.

No hay comentarios: