sábado, 12 de septiembre de 2009

Santa Belén de los medios: ¡sálvate¡

Te superaste. apareciste de luto, negro y gris; bién es verdad que de lentejuelas y taconazos, pero la clave del dolor se cumplía con tus enormes ojeras y desolación palpable.
Fueron horas de espera, pero tu nunca defraudas.
LLorosa y gesticulante ,nada que ver con la tristeza contenida de nuestras vírgenes ni su pura belleza, porque tu ¿sabeees? eres del pueblo, pero tu público te vitoreó coma a ellas: ¡viva la Esteban¡, ¡viva la madre que te parió¡
Las presentadoras o tertulianas o cotillas, sollozaban emocionadas a modo de plañideras.
Ellos, en su masculina pena, exhibían sus ojos brillantes tragando virilmente la amargura.
Como reina de la noche, te apartaron de los otros para no distraer con tonterías a los compungidos espectadores, y, como las heroinas (ay, polisémica impía)de leyenda, emitiste entre sollozos tu testamento vitál: "tengo el azucar muy alto, estoy muy mal, hacienda me persigue, mi marido me ha dejado...ésto lo hago por mi hija, por mi familia y por vosotros. Yo siempre doy la cara"
El plató estallaba, la parte inferior de la pantalla se llenaba de mensajes de apoyo y ella, cogida de la mano del presentador, gemía y gemía para gozo del general.
El defensor del menor era abucheado. Diversas asociaciones lo atacaban sin piedad porque, el hombre, se ve que por exceso de celo ,ha tenido la innoble idéa de investigar unas denuncias sobre el trato que la Santa profesa a su infanta y las posibles consecuencias en la misma : ¡Que dimita, que dimita¡
Mira niña: no quiero ser augur de tu final, pero créo que te quedan dos "sálvame" en el mundo de los vivos. ¡Sálvate tu¡
A modo de Carmina, vas a valer mas muerta que viva y tienes mala cara.
Además te estás poniendo muy pesada.

No hay comentarios: