Aunque el contador de lectores me dice que los hay en el blog, yo, que no entiendo mucho de este sistema que lanza al mundo lo que escribo, intento imaginar al lector y me siento incapaz.
¿Cómo llega hasta aquí?, ¿qué ve que pueda interesarle?,¿es casualidad y no vuelve?...
Créo que mezclo dos sensaciones: la curiosidad que me acompaña a todas horas y la vanidad, que es nueva aquí y que debe ser alimentada o cercenada para que no me crezca.
Me siento como el avaro o el niño que colecciona canicas y quiere mas y mas; infantil o aniñada, dispuesta a meter recetas o necrológicas si con eso el número crece ¡cómo me gusta verlo engordar¡
Quiero comentarios y lectores. Los prefiero con buena nota.
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