Me conmueve la dificultad del manejo de lo afectivo. Desde niños aprendemos a ocultarnos, a avergonzarnos, a disimular y como consecuencia a manipularnos nosotros mismos.
Dificilmente vemos con claridad lo que desde el exterior puede ser evidente y añadimos a las consecuencias de nuestras acciones, la sensación de un pecado social.
Parece como si pudiésemos estar físicamente enfermos contando con la conmiseración y el apoyo generales. Con la enfermedad "sentimental" mantenemos un silencio vergonzante.
Ésta silencio está también en nuestra educación.
Aprendemos normas de higiene ,alimentación, ejercicio físico...ponemos remedio a nuestras dolencias y las comentamos con naturalidad; cuando nos vemos envueltos en el desorden afectivo, nos avergonzamos.Ni siquiera me atrevo a llamarla "enfermedad sentimental" pero tiene síntomas claros: angustia, tristeza, taquicardias, caos,falta o exceso de apetito, falta de concentración, ensimismamiento
Nadie se ha encargado de enseñarnos nada sobre ésa higiene afectiva y así, nuestros resfriados se convierten en pulmonías y sólo entonces, debilitados, doloridos y cansados, tomamos decisiones.
El aprendizaje se hace en solitario y sin ningún método. Algunos afortunados parecen poseer un instinto natural que les lleva a la sensatez y el equilíbrio.
Los demás, en interminables pruebas de "error y acierto"vamos desgastándonos y aprendiendo al mismo tiempo.
El método no tiene de período de prueba más que el que dura nuestras vidas y al no ser nada científico, ni siquiera podemos transmitirlo.
Gracias a Dios, los enfermos pueden no hacerse crónicos si cuentan con" una unidad de soporte sentimentál avanzada"(U.S.) que le aplique en vena el apoyo necesario. En caso contrario terminan con la dolencia cronficada y sufren brotes cada vez mas graves.
2 comentarios:
Los hay que tratan las enfermedades sentimentales como si de catarros se tratase y hablan abiertamente de sus penas, que comparten con los demás, buscando (y a veces encontrado) consuelo.
Pero si se es "más chulo que un ocho", se lo traga todo uno y se le "bosa" luego por donde menos se lo espera.
Mi mamma güena...
pdt: el ensimismamiento y falta de concentración son por falta de sueño!
TE felicito por el texto, además de realista, y consciente de nuestra mala educación afectiva, está muy bien expresado. A mi como tímido impreterito, me ha servido de inspiración.
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