Apalancados en la posición de dos (españas), ni la lógica , ni el desconocimiento, ni la necesidad parecen afectarnos.
La división de poderes viene desde lejos. Nadie la discute y nadie la respeta.
Acusan a Garzon de diversos delitos; el país se revuelve, las universidades, el ejecutivo se apantera, los grupos de" la memoria histórica",los presentadores, los programas de televisión...
Aseguran que es una vergüenza que salga adelante una denuncia hecha por un grupo ultraderechón como si su inocencia estuviese demostrada por ése simple hecho. En mi opinión los delitos son independientes de quien sea el denunciante.
Garzon, con su buche henchido de palomo conquistador, se metió en política desatendiendo el dicho de "la mujer del Cesar no sólo ha de ser honrada, sino parecerlo", salió de allí de mala manera y siguió, engallado, dando palos a diestro y siniestro.
Se hizo juez mediático, se internacionalizó, se relacionó con banqueros,se aventuró con todo y con todos.
Es valiente el muchacho pero parece que no instruye bien sus casos, que no preve las consecuencias de sus actos.
Ahora nos tiene metidos en un callejón sin salida. Las dos españas atacan de nuevo.
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