En NY los tobillos doloridos duelen más, los parques están hechos de tan insidiosa manera que el Norte parece haberse ido al Oeste, el Oeste al Sur y así so on. Central Park empacha de tanto verde, de tanto idílico paisaje, de mucamas negras con blanquísimas gemelas en sus espléndidos cochecitos y atléticas, esbeltas y también rubias señoras de la 5ª corriendo como gacelas. Y yo solo quiero salir de aquí... mi tobillo derecho también quiere salir de aquí y, mientras, los caminos se retuercen y, a pesar de la fresca sombra, no paro de acordarme de mi territorio amigo: mi cama.
1 comentario:
¡Eres una quejica! Y del TAO no dices nada, eins!
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