lunes, 2 de abril de 2012

Casinos Madrid Barcelona. Sheldon

No se por qué me viene a la memoria Berlanga y su bienvenido Mr. Marshall. Ahora es Mr. Sheldon.
 Ahí estamos, peleando por sus casinos, ofreciéndole prebendas, agradeciéndole que le gusten nuestros colegios bilingües, y que haga bromas tontas a ese anciano rubicundo que recibe a nuestros políticos en Las Vegas desde su posición de rico que lo sabe y que ofrece sus mas que dudosos negocios.
El preboste, impone condiciones con autoridad regia: quiero que se fume en mis casinos: bueno, lo entendemos, quiero no pagar I.B.I., lo que usted diga, quiero cambiar las condiciones fiscales; a sus pies señor,quiero cambiar la ley de extranjería, no se hable mas, quiero hacer una república....
Como auténticos siervos, le prometemos cambiar leyes y tributos a su voluntad para alcanzar la gloria de tener una ciudad del juego bien hortera y farisea( el contribuirá a curar a los que se enganchen), quiere grandes rascacielos que llenará de colorines y luminosos, hará góndolas divinas, palacios de mentira llenos de ridículos elementos arquitectónicos inútiles y anacrónicos, utilizará el glamour mas lleno de dorados y arabescos...
Madrid y Barcelona se disputan el honor servilmente, groseramente, se relamen solo de pensarlo y como Gilito, sus pupilas son dólares dorados:¡dinero, dinero¡

En fin, todo muy europeo.
(Bienvenido) Mr. Sheldon
Como está siendo investigado en Macao, seguro que nuestra humilde condición y buena disposición a cambiar las leyes a su gusto, le tranquilizarán. En España, se pueden cambiar leyes si pagas, contará en sus reuniones y es posible que otros amigos inversionistas decidan venir a cambiarlas y montar sus negocios y así saldremos de la crisis viviendo en un parque temático de dudosísimo gusto.
Me voy a desnacionalizar.

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