viernes, 14 de mayo de 2010

Desayuno de trabajo

Llega el director andando con parsimonia, con su media sonrisa, mas mueca que gesto y su aire de satisfacción triunfal, acompañado por sus dos acólitos, seguidores de sus disparates y tropelías y muy temerosos de su gran poder. Ellos no sonríen e intentan ser amables con el resto de compañeros.

Se sientan indefectiblemente en la esquina izquierda de la gran mesa de desayuno y hablan, digo mal, habla, intentando que todos le oigan." Todos" se esquinan a la derecha, a veces apelotonados y según avanza el recreo van también subiendo el tono de voz si la conversación es frívola; en caso contrario todo se vuelven murmullos.

"Todos" saben cual es el dogma y lo han asumido. Todos menos un par de ellos que se niegan al sometimiento intelectual y al abandono de la mas mínima lógica y a veces estallan.
Hoy ha estallado uno de ellos y ha expuesto, a cuento de la enseñanza de los diversos -esto viene a ser lo mismo que tontos-y los inadaptados, que destrozan los grupos y rebajan el nivel de la enseñanza pues hay que adaptarse a ellos.

Ésta ovbiedad ha provocado un silencio repentino, las caras se han quedado fijas en el gesto del momento anterior, bocas abiertas, bocadillos paralizados a medio camino,cuerpos detenidos...por un momento me acuerdo de los cuadros de la última cena, y, crecido por su efecto y haciendo gala de su valentía y espíritu provocador, espeta mi compañero: yo no quiero que mi hijo tenga en clase retrasados de nacimiento o por razón de idioma y cultura, y nombra a rumanos, marroquíes, albanos...¿quieres éso para ti? todos callan menos la encargada de los diversos- en cómodas horas casi sin alumnos- que explica lo bondadoso e igualitario que es nuestro sistema que protege a los débiles a costa de los fuertes.Le tiembla una vena pero adopta un tono monjíl y bondadoso.

De todo el grupo tan alterado, nadie lleva a sus hijos a socializarse a reductos igualitarios, todos quieren lo mejor para ellos y no están dispuestos a que ése enriquecimiento social sea por cuenta de ellos.

Como temiendo el contagio y temerosos, se levantan en escapada y termina el desayuno .Puede haber represalias.

El compañero valiente manifiesta su perplejidad porque siendo ellos tan partidarios del exterminio clínico de todo sujeto defectuoso, una vez nacidos, les den prioridad absoluta sobre todos los otros.Para su ventura, ya han salido y no le oyen.

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