sábado, 31 de diciembre de 2011

Urdangarín y el rey

En España tenemos cierta tendencia a quedarnos por las ramas. Se puede decir que somos diletantes porque nos enredamos en lo accesorio , por lo mismo se puede decir que somos ligeritos de cascos.
El señor Urdangarín esta ahora muy de moda. El guapo muchacho fue enviado hace tiempo a Estados unidos cuando se hacía obvio que sus negocios no eran claros; el rey utilizó sus influencias y le dieron un trabajito de los que todos querríamos.Nadie puso en tela de juicio la utilización  real de influencias para conseguir tal puesto para el que no parecía estar especialmente cualificado. Somos un país de conseguidores y todos lo aceptamos.
El guapo muchacho decidió que abandonar sus negocios era una tontería así que cogió el trabajito y continuó con sus productivos negocios. Las dos cosas le venían bien.
Ahora se refugia en su abogado que declara, a las interesadas cadenas ,naderías que publican los telediaríos, los períódicos, las radios inmediatamente.
Del rey ni una palabra. El rey es Dios, intocable, innombrable, sobre el bien y el mal.

Democracia flojita la que no va al tronco, la de los cortesanos silenciosos y los súbditos sumisos: la nuestra.

1 comentario:

Victor Ruz dijo...

Tenemos todos la obligacion de cambiar, de no soportar esta humilacion, miro a mi alrededor y solo veo a perdedores sonriendo y pidiendo lo suyo, que tambien les toca, en fin...