miércoles, 21 de diciembre de 2011

Lotería: ludopatía estacional

Este año he decidido  resistirme a la ludopatía estacional que promueve el Estado y no he comprado lotería.Nada.Quizá sea un acto de reafirmación personal.
Bien mirado, somos un país que inicia rápido a sus ciudadanos en el placer del juego: niñitos uniformados son utilizados durante la mañana del veintidós de diciembre y oran en un mantra a modo de letanía llena de misticismo pecuniario  totalmente invasora y pesadísima.Lo ensayan desde mucho tiempo atrás y saben de su importancia nacional. El que de el gordo se hará famoso y podrá comprerse la play o un teléfono multifuncinal de última generación. Muy educativo.
.Ludópatas ansiosos, tradicionalistas y de estética rancia llenan le salón. Esperan ansiosas amas de casa, conserjes, taxistas...
Luego llega el bombardeo informativo cargado de chillidos y botellas de champagne de los felices afortunados que no pagarán impuestos de sus millones y que volverán a ser pobres(¡estadísticas¡) en poco tiempo; nos recordarán una y otra vez que queda El Niño y que aún podemos ser felices.
Avanzando el año, hablarán de  lo malísima que es la ludopatía y saldrán unos personajes tristes y ojerosos por su mala vida de aficionados al tema.
Se que el Estado se lucra de lo lindo con el bonito negocio y para que no se acuse de insolidaria, diré que no juego pero sigo fumando.

1 comentario:

Victor Ruz dijo...

La loteria es el impuesto de los que no saben matematicas...
El tabaco... otro gravamen...