Escucho a alguien preguntarse cómo habría amado y sufrido si no hubiese leído ni visto televisión ni cine. La pregunta me deja pensando que en mucha parte de la vida, la estética de los tebeos de princesas y los del capitán trueno, me han llevado por derroteros exagerados cargados de vientos tormentosos o dulzuras pringosas.
Poco a poco, algunas han tomado otro parámetro menos literario y otras las he empleado en momentos concretos para ayudarme a levitar: escuchar música, disfrutar del paisaje, enardecerme ante la belleza...
Quedan aún , interiorizadas y malignas, algunas sin doma.
1 comentario:
Cuestión de expectativas...
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