Pastrana sonríe satisfecho, es sindicalista muy muy liberado y a lo que se ve está poco acostumbrado a medir sus palabras.
Tiene un perfíl de Sancho Panza conocedor y catador de manjares en ventas y fondas antaño, y, hogaño en locales de renombre donde hablará con tono alto y reirá a los postres colmado y rebosante.
Lleva mas de veinte años viviendo del sindicato; es por tanto de profesión sindicalista. Quizá ésto explique su incontinencia verbal que le lleva a solicitar al defensor del pueblo que haga campaña a favor de su huelga y a los abuelos les arenga y anima a dejar desasistidos a sus nietos ése día.
De momento el defensor permanece mudo y no me imagino a los abuelos en piquetes "informativos" de parque en parque.
Por otro lado, quizá los piquetes juveniles tampoco puedan actuar si no tienen atendidos a sus hijos, es decir, si los abuelitos son reivindicativos y deciden atender al lustroso Pastrana.
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