Cuando veo a esta señora me pregunto si este horror evolutivo solo se ha debido a las manos del cirujano torpe y al natural paso del tiempo o son su personalidad histriónica, su gesticulación de epiléptica, su desmesura vital, su desaforo afectivo, sus sentimientos de trascendencia ilimitada, su falta de comedimiento, su exageración constante y sus obsesiones eternas las que lo han propiciado.
Es la cara de una mujer vividísima (en el sentido mas tradicional de la palabra) la que luce. Ojeras enormes, pómulos hundidos,arrugas de motorista talladas sin orden ni equilibrio, expresión de angustia arrebatada...pintorreada al máximo como si quisiera acentuarlas.
Comparo la cara inocente de su pasado televisivo no muy lejano, con la de ahora y no puedo mas que recordar la frase: tu cara es la que Dios te dio hasta los treinta, luego , la que te mereces.
Comedora compulsiva y diabética de dulces, madre con posibilidades de delito de sangre (por mi hija mato),esposa posesiva y ciclotímica, sufridora y rencorosa, terca, empecinada, poseída,tirana de nuevo cuño...
Personaje televisivo explotado hasta la saciedad,gallina de los huevos de oro de telecinco,a modo de Nuestra Señora ,Mater Dolorosa de apóstatas semanasanteros,enarbolando su trágica vida y sus tópicos personales hasta la muerte.Jamás armónica, nunca sensata o serena...
Su mayor ejemplaridad es la de alejarnos del bisturí y la histeria por lo que pueda pasar...
1 comentario:
Bien! Carnazaaaa!
Ya en serio, pobrecilla.
Publicar un comentario