Voy citada por en I.N.S.S.para hacerme una revisión de mi baja por enfermedad. Ya no las hace la inspección médica de Educación sino la Seguridad Social. Llego a las oficinas con un día de adelanto porque sigo a mi naturaleza despistada. Durante un rato ellos tampoco se dan cuenta y finalmente deciden recibirme.
Espero en una salita claustrofóbica llena de sillitas en línea que apuntan a una puerta por donde entran los reos.
Por los reos, todos cariacontecidos, me entero de que a los de M.U.F.A.C.E. nos revisan con especial dedicación. A mi no me importa e incluso pienso que puede ser una segunda opinión.Voy pasando del aburrimiento a la inquietud, del cansancio al sentimiento de encerrona; horas. No me puedo quejar pero me voy aturdiendo y descentrando.
Cuando me llega el turno, despacho cuatro,me recibe una señora que debe ser médico, lo deduzco por la bata y el nombre de inspección médica.Mira fijamente su ordenador y teclea. Muestra un desagrado inexpresivo y desacostumbrado en las relaciones comunes, una frialdad de máscara o quizá vocacional.¡Deme su carnet¡, se lo doy mansamente y me distraigo pensando en comentarle que tiene un moco en la nariz o hacer una mueca, un ruido, algo que me haga ver si está fría o es postura. Me gusta que me miren cuando hablo y los médicos suelen hacerlo. Su máximo interés es que le entregue documentos que prueben la historia de mi enfermedad, y dado que jamás pensé que sería tan larga, que necesitaría una baja y que mi otorrino asegura que no hace falta nada mas que un papelillo que él me ha entregado, no tengo nada que la contente.
Me pregunta qué tengo y yo no sé qué decirle, en mi inocencia pienso que me podría mirar la garganta y decírmelo ella ya que es doctora .Le comento que ayer sangré tosiendo y me pregunta por el documento que lo acredita.No le interesa mi cuerpo, quiere mis papeles y por un momento me tienta abrir la boca y decirle que mis documentos los llevo en la garganta pero me callo prudentemente.
Mientras intento explicarme con las dificultades de mi cortísima y cazallera voz, me interrumpe y espeta :¿cuantos años tiene? yo le he dado mi carnet de identidad pero contesto sumisamente y cuando me asegura que estoy mejor, teniendo en cuenta que es la primera vez que la veo, mi desconcierto llega al máximo .Me ronda la cabeza si serán técnicas de interrogatorio nazis, americanas o propias de su naturaleza porque evidentemente me destempla y salgo de allí sin saber si me considera enferma o quiere que vuelva a dar clase muda( pero según ella mucho mejor). Dicen que me lo comunicará M.U.F.A.C.E.
Mi conclusión es que debo pedir y guardar todos los justificantes de visitas al médico, que no les ha llegado la informatización y que mas que revisión médica es revisión documental ya que a mi solo me han visto la cara ¡y poco¡
Días después me llaman de la Delegación de Educación con urgencia, acudo y allí, sin mirar mis documentos, que esta vez había preparado cuidadosamente, una secretaria me pide que firme un documento y me incorpore a mi puesto de trabajo. Esta vez se con seguridad que no es un médico quién me ve y me pregunto cómo daré mañana mis clases. Soy un modelo nuevo de profesora: muda