jueves, 17 de junio de 2010

El prófugo reaparece en escena

El prófugo da señales de vida. Quiere legalizar su situación. Me desagrada oir al prófugo, al Diógenes de mi bodega,al batido en retirada vil y silenciosa , al sujeto de mi interés y cuidado, al objeto de mis rencores,hacer como que se interesa por mi. Me molesta mi moderación exterior y mi conmoción interior.

Tengo palabras retenidas, palabras hirientes e inútiles que iba olvidando y me martilléan de nuevo la cabeza.

Me esfuerzo por borrar, tachar, pasar el barrizál...las botas van cargadas, pesan, pesan...

El dolor es , además de bastante destructor, egoista y concéntrico.Me dasagrada darme pena pero voy a dejarme ir un rato...un ratito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo pasado, pasado esta, y ahi se debe quedar, el se lo pierde, todo, a ti y alo demás.