La Iglesia católica, vetusta organización de rancio abolengo, por voz de uno de sus pastores, avisa del pecado mortal y el riesgo de excomunión en que incurren los políticos que defienden la nueva ley del aborto.
Los políticos, incluso los católicos, se escandalizan por esa "intromisión", no quieren que se les llame pecadores ni se les excomulgue; la Iglesia denomina pecado mortal o venial a las acciones contrarias a su norma (delito o falta en civil), pero no manda a nadie a la cárcel sino que amenaza con el mas allá.
No se por qué molestarse quién no cree en tal lugar y menos aún en la autoridad moral de la longeva Ecclesia.
Mientras tanto, ladran, luego cabalgamos. Por cierto ¿sabe alguien lo que dicen al respecto taoistas, animistas musulmanes, hinduistas...?
Seguramente para algunos de ellos también estamos condenados por motivos diversos y no nos importa nada el no alcanzar su paraíso en el que no creemos.
Los políticos, incluso los católicos, se escandalizan por esa "intromisión", no quieren que se les llame pecadores ni se les excomulgue; la Iglesia denomina pecado mortal o venial a las acciones contrarias a su norma (delito o falta en civil), pero no manda a nadie a la cárcel sino que amenaza con el mas allá.
No se por qué molestarse quién no cree en tal lugar y menos aún en la autoridad moral de la longeva Ecclesia.
Mientras tanto, ladran, luego cabalgamos. Por cierto ¿sabe alguien lo que dicen al respecto taoistas, animistas musulmanes, hinduistas...?
Seguramente para algunos de ellos también estamos condenados por motivos diversos y no nos importa nada el no alcanzar su paraíso en el que no creemos.
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