miércoles, 5 de septiembre de 2012

Belén Esteban renuncia a su título

Por imposición de sus compañeros que ella creía amigos. Para princesa está mayorcita y ya ha hecho todos sus mohines, sus gestos, su verbo ordinario, su entonación arrabalera que tanto entusiasmaba y hasta su marido de vaivén han hartado al personal.
Parece que ha aparecido una reina-madre en la figura de una madurita de larga melena,cuñada de una famosa que tiene un marido exguapo y pendón consumado.
Belén no entiende que pasa, ya no le quieren, no la adoran, no veneran su corona ni ríen sus gracias, no aplauden sus escandalosos y ordinarios gestos cultivados hasta la saciedad.
¡Qué aburrimiento¡ a Dios gracias he superado con éxito la adicción que me producían esos personajes desequilibrados y esperpénticos; me pasó lo mismo con la primera fotonovela televisada (creo que se llamaba Cristal) de la que no vi el final y me vacunó para futuras experiencias.
Ahora no bosteza, solo sufre su defenestración

De feminista a vieja gloria dispuesta a todo
Tan exagerada y pasional...

Este sobrevive a todo.

El jefecillo, Jorgejavier, también ha perdido si gracia: demasiado obvia y repetida. Ahora, además, cursi.

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