Hasta oír a Tusquets, siempre había creído en la perfección estética de la creación; cielos y tierras entonados, espacios abiertos magníficos, sonidos armónicos o aterradores... Todo en su equilibrio y orden. Todo sorprendente, matizado, inalcanzable.
Tusquets, del que admiro muchas cosas, defiende que la Creación requiere de la mano de un arquitecto o un ingeniero para ser perfecta: que hay que mover los ríos, las tierras, construir edificios, muros...para poder emocionar. Sostiene que el Gran cañón del Colorado le puede "acojonar" pero no emocionar.
Comprendo que él es grande, quizá no tanto como se cree .Sigue conmoviéndome la perfección asombrosa de diseño del mundo "no perfeccionado" por su mano.
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