No les gustan los scratch a los políticos, no quieren manifestaciones a las puertas de sus casas (bonitas casas en general) y están estudiando cómo castigarlos.
Scratch quier decir raspadura o rayadura, yo lo llamaría acoso social. Los periodistas acosan a todo el que les parece con total inmunidad, así que parece que hay que llamarlo de otra forma cuando no se trata de periodistas para poder penalizarlo.
No me gustan ni los scratch ni los acosos pero siento una especie de placer oscuro en que fastidien a los intocables, es sin duda mi sección personal de bajeza la que se manifiesta.
Ellos, los intocables de coche oficial, responsables o no de tanta pena, dicen que tienen hijos, que tienen vecinos, que tienen madres...¡eso nos pasa a todos¡ como argumento para prohibirlos y buscan entre las leyes una que les proteja de ese disgustillo. La encontrarán.
Imagino que a Belén y otros podrán seguir acosándolos porque son de otra categoría.
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