Es verano, hace el calor que corresponde y el mar ya está tibio. Paseo temprano por la playa,piso la arena y las piedrillas descalza y gozando del contacto con la Tierra, me baño dejándome flotar, achinando los ojos ante la luz plateada, los reflejos ondulantes del agua y el cielo, el espacio abierto y limpio y el sonido del agua que adormece llegando a la arena.
Me mezo indolente en un letargo ausente, sin pulso; a veces , sin sentido ni propósito,me zambullo de cabeza y salgo de nuevo a dejarme estar .Ahora que la naturaleza es madre y no madrastra, me siento hija predilecta.
Como leida que soy,se me viene a la cabeza la evolución de las especies y nuestro origen marino y pienso que tal vez esté un poco atrasada en esto...
Después viene la siesta, esa siesta de camisón y habitación oscura, pesada, amodorrada , llena de sueños que recuerdo, sin prisa, con tiempo de darme cuenta del gozo de estar viva, del silencio, de la paz ,el sosiego...y agradezco que no me pase como a Battiato y el animal que llevo dentro si me deje ser feliz.
La siesta es el sueño del gourmet y para una insomne es un regalo de los dioses.
Hoy soy una insomne regalada
1 comentario:
Me gusta, me gusta mucho!
Disfruta de tu siesta, mientras llega ese castigo que tienes por las noches!!
No sé que tiene de malo la soledad, que me gusta tanto...
;-)
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