Dicen que la enseñanza debe ser mixta y que en caso contrario no será subvencionada. Nuestros líderes tienen la única verdad y mueren matando.
Llevo años siendo profesora y no he visto las mejoras de este sistema de forma clara. Las niñas siguen siendo maltratadas, les siguen gustando los "malotes", siguen teniendo peor visión espacial y mejor vocabulario, prefieren sentarse a cotillear que jugar al fútbol, son mas sensatas y menos seguras...no ha cambiado nada.
Además, ahora que el sexo es
sexo mandamiento, cuando llega el buen tiempo se ponen tangas de licra multicolores que enseñan sin pudor, los escotes aparecen desbordando sujetadores dos tallas menores a la necesaria y recolocan sus pechos generosos mientras dan la lección en la pizarra ,metiéndose las manos hasta la barriga y mirando con caras de
lolitas perversas a sus compañeros encendidos y a sus profesores que han aprendido el arte del disimulo.Pantaloncillos o falditas diminutas, bodies del tamaño de bikinis, cuerpos sudorosos desprendiendo váhos...todo un canto que ni el mismo Ulises aguantaría...
Aseguran que no hay
tensión sexual, pero en mi instituto se ha expulsado a un alumno de trece años que se daba
un gusto mientras miraba a una profesora y exhalaba gemidos y sonidos de todo tipo. Las parejitas aprovechan los cambios de clase y los recreos para
alimentar su calentón y si están en la misma clase, el calentón es constante y no hay amenaza que consiga separarlos. Ocupan una sola mesa, una sola silla, una sola boca...nada les descentra de esa llamada selvática y adolescente.
Si el profesor osa llamarles la atención, será acusado de retrógrado y derechón.
Nuestro padre-estado sabe lo que nos conviene. Yo no.