



Eva recuerda nostálgica el tiempo en que ,dueña de la manzana,reinaba sobre la melodía universal de los sentidos, cuando un escalofrío recorría su nuca encendiendo un katakali enardecido y paladea el regusto del pecado de entonces , ahora, que entregada la manzana, no tiene paraiso.
Mira a Adan y no siente novedad en el pulso.
...la manzana: redonda, sugerente, como una envoltura de magia que deshacer con suavidad y delicadeza.La manzana deseada.La manzana devorada por Adán sin tiempo de deleitarse en el perfume, en la luz reflejada, en las suaves formas, en la textura...
Intenta recrear la melodía y miente hacia dentro mirando a su ángel caído, precipitado y urgente.
Eva respira contenida y siente entonces, en absoluto desafino, una armonía disonante y dolorosa.
Adan no es gourmet de vocación y engulle la manzana. Inmediatamente se duerme en sus laureles. Tonterías: las justas.
1 comentario:
No estamos hechos para la miel...
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